El grupo francés encabezó la jornada inaugural y gratuita del festival, sacudida también por la sorpresa mística de Stella Maris
El trayecto inaugural de la jornada de bienvenida de Primavera Sound Barcelona 2024 lo auspició la Nostàlgia Airlines con la que Maria Jaume ha encontrado su versión más pop y magnética. Tras el pase de la mallorquina, tocó escala internacional con la turbina australiana Tropical Fuck Storm, cuyas canciones se comportan como adolescentes revoltosas que, castigadas en su habitación, dan vueltas y más vueltas sobre sí mismas, planeando su revancha. Y cuando Gareth Liddard (descalzo en todo momento) y sus compañeras deciden liberarlas, resulta difícil saber qué instrumento provoca el aullido más penetrante, si la guitarra o un teclado bañado en ácido.
Hace unos años, algunas cabeceras se referían a Ratboys como una de las mejores bandas que seguramente no habías escuchado. Tras su estreno ayer en España, ya será imposible olvidar al conjunto de Julia Steiner y David Sagan (y no solo porque su nombre se proyectaba, enorme, detrás suyo). Más que post-country, lo suyo es un cruce de caminos entre distintas tradiciones del rock estadounidense (alternativo y no tanto) que, tanto en sus pasajes encrespados como en los valles slacker, dibujan un sonido suburbano que Primavera Sound lleva dos décadas integrando en el paisaje mediterráneo.
Grupo de ficción, hits reales. Stella Maris, el conjunto de pop cristiano destinado a salvar el mundo que ejerce de hilo conductor en la serie La Mesías, se hizo carne en el escenario Amazon Music. Las hermanas Puig Baró, con Amaia entre sus filas, desplegaron coreografías propias de una formación tróspida de K-pop, oficiando un espectáculo total en el que tuvieron cabida castellers, su padre Albert Pla (que interpretó una versión bajada de revoluciones de Experiencia religiosa), la matriarca Carmen Machi de cuerpo presente y resucitada, Hidrogenesse, autores no-tan-secretos de su repertorio, los Javis, artífices últimos de todo esto, e incluso la Mainline Magic Orchestra, siempre dispuesta a enrolarse en una juerga. Aquello fue, literalmente, la rave de Dios.
En 2022 Phoenix hicieron doblete en el Poble Espanyol y en el Parc del Fòrum, y en 2024 han encabezado la jornada de bienvenida. “Nuestra vida parece estar dictada por Primavera”, dijo Thomas Mars en referencia a cómo los de Versalles no podían resistirse a alterar sus planes de ruta cada vez que recibían la llamada de su “festival preferido”. Por nuestra parte, siempre estaremos encantados de recibir su palacete pop y de que nos lean las páginas más ilustres de la Era de la Ilustración pop, entre trampantojos melódicos, caprichos orientalistas y trucos escénicos, como la decapitación del frontman (Phoenix meets el grand guignol de Alice Cooper). En esta ocasión, además, hubo una sorpresa de muchos quilates, en forma de un “anónimo veneciano” que, al desenmascararse, reveló al mismísimo Ezra Koenig de Vampire Weekend, que se sumó a los franceses en el tramo final del concierto. Primera sorpresa y primera imagen para la historia de esta edición de Primavera Sound.
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